A los 27 años, mi interés por la espiritualidad, combinado con mi pasión por los viajes, me llevó a la India. ¡Sin duda, este fue el viaje más mágico, desafiante y profundo de mi vida! Pasé 3 años viviendo de manera intermitente en Pune, en el Osho Ashram, donde vestía todos los días la misma túnica granate y meditaba al menos 6 horas todos los días. Debo admitir que el proceso fue arduo. Requería una fuerte disciplina y, sobre todo, un gran coraje. Valor para enfrentar mis miedos e inseguridades más profundos, mis recuerdos dolorosos, mi mente obstinada y mi condicionamiento. Pasé largas noches aterrorizada por el miedo a no cumplir con las expectativas de mis padres y la sociedad. Tenía miedo de lo que otros pensarían de mí o de lo que pasaría si fallaba. En ese momento, todos mis amigos estaban encontrando “buenos trabajos”, casándose y teniendo hijos. En cambio, yo era una “hippie rara” que cambió su nombre, renunciando a las cosas materiales y la necesidad de reconocimiento social. Mirando hacia atrás… me estaba convirtiendo en nadie, pero al mismo tiempo, Uno con Todo.

Descubrí los profundos y rápidos beneficios de las meditaciones activas de Osho y me sumergí en el mundo de la terapia psicológica. Desde un punto de vista espiritual había encontrado mi pasión. Aprendí sobre la curación primaria, la expresión emocional y la liberación de traumas, así como las constelaciones familiares, la codependencia, cómo relacionarme abiertamente y dejar atrás el miedo a ser juzgado o rechazado. También me sumergí en la hipnosis para usarla como puerta de entrada para acceder y cambiar la mente subconsciente. Experimenté la dulzura del corazón a través del sufismo y el arte de la auto-indagación mediante las prácticas Zen.

En 2007 me formé en Respiración Holotrópica con Annesha Dillan y completé una Formación de Profesores de Yoga de 200 horas con la Escuela Shantih en Kerala, India. Me especialicé en alineación de asanas, chakras y prácticas de autocuración.

La alegría de estar en el tapete me llevó a Pattabhi Jois Shala en Mysore, y allí completé otro curso de formación de maestros Ashtanga de 200 horas en Mandala Ashram, seguido de un entrenamiento privado en ajustes con Sri Sheshadri.

Debido a que mis padres trabajan entre México y Nueva York, pude pasar 2 meses al año en la Gran Manzana. Tuve la oportunidad de practicar con Dharma Mittra durante los siguientes 4 años, junto con Kundalini Yoga. Estuve conectado con la comunidad espiritual en Nueva York y pasé un tiempo en el Centro Omega sumergiéndome más profundamente en la hipnosis y terminando mi entrenamiento profesional en Regresión a vidas pasadas con Brian Weiss.

En ese momento, Tailandia se había convertido en mi nueva base y me mudé a la isla de Koh Phangan, donde en The Sanctuary continué mis ofrecimientos enseñando clases diarias de Yoga y Pilates, dando sesiones de terapia de sanación, enseñando Yoga TTC enfocándose en la alineación, además de liderar Regresión. Entrenamientos de terapia. En este período de 10 años trabajé individualmente con personas de todo el mundo y desarrollé mi propia técnica de Terapia de Yoga, combinando alineación, respiración y liberación de trauma emocional.